El girasol, la mejor alternativa agronómica a los cereales en secano, ve amenazada su
continuidad en Andalucía donde los precios de ruina que paga la industria extractora, los
más bajos de toda Europa, están fomentando la retirada de tierras y la búsqueda de
cultivos alternativos, dado que las cotizaciones actuales están muy por debajo de los costes
de producción.