Ayer domingo las calles de Lebrija eran tomadas por casi medio centenar de vehículos, que a su paso despertaban la sonrisa entre los unos sorprendidos peatones. Y es que los amantes de los coches y motos clásicas disfrutaron de una mañana donde la nostalgia y el rugir de los motores hicieron disfrutar a todos los presentes