Las lluvias de este invierno sacaron a la luz uno de los problemas que presentaba la cubierta de la Parroquia de la Oliva, que ha sucumbido al deterioro que produce el tiempo sin poder evitar que tras más de 750 años de historia, el templo mayor de Lebrija sufriera inundaciones por lluvia, y numerosas goteras, que pusieron en peligro el patrimonio que alberga en su interior