Fueron muchos los artistas que subieron al escenario y quisieron colaborar con la causa. Pero la Marcha Rosa, dejaba también a su paso, el bocadillo de jamón más grande del mundo.
5.000 barras de pan, 50 jamones, 35 cortadores de jamón venidos de toda España y cientos de voluntarios totalmente entregados para conseguir un bocadillo que finalmente midió 991 metros.
No se pudo llegar al kilómetro, pero sí se logró superar el anterior récord que estaba en unos 756 metros. La hazaña fue constatada por el delineante municipal, un inspector de sanidad y el alcalde de Lebrija. Ellos elevarán el informe al notario, que será el encargado de trasladar el acta a las autoridades del Libro Guiness de los Récords. Y será entonces cuando se verificará que Lebrija vuelve a hacer historia.